lunes, 24 de diciembre de 2012

MANIPULACIÓN Y ENGAÑO. LA GRAN MENTIRA DE LA SOJA.



 EL ENGAÑO DE LA SOJA



 



Ver http://www.teledocumentales.com/la-guerra-de-la-soja/

En construcción.................




Soja para biocombustible . Subida precio de los alimentos.



Pues bien, si nos adentramos un poco más, podremos ver que el gran éxito del consumo de leche de soja ha ocurrido por un acuerdo entre la industria alimentaria (sobre todo ganadera), la industria dietética y la agricultura masiva de soja transgénica. Otra vez, como siempre, nos están tomando el pelo con publicidad engañosa y ganando millones de euros a costa de nuestra Salud.





Foro de Nutricionistas (Foro para un Plan de Alimentación y Nutrición, con el auspicio de UNICEF, en julio de 2002, alertó al gobierno nacional, (que los habia consultado junto a especialistas de distintas instituciones, como la FAO; UNICEF universidades nacionales; ministerios; INTA, Sociedad Argentina de Pediatría, Cáritas, otros) que "En cuanto al uso de la soja, se recomienda puntualizar cuál es su real valor nutricional, su uso adecuado como complemento en el marco de una alimentación variada y completa, y la recomendación de no denominar a la bebida obtenida de la soja (jugo) como "leche" (leche de soja), pues no la sustituye de ninguna manera. (...) es deficitaria en muchos nutrientes, y por su alto contenido de fitatos interfiere en la absorción del hierro, del magnesio y del zinc; tampoco es una buena fuente de calcio. ( ... ) La utilización de soja debe contemplar el impacto ambiental y social, los requerimientos de capacitación para su adecuada utilización, la dificultad de su incorporación en el contexto de la cultura alímentaria y las consideraciones nutricionales que desaconsejan el uso en niños menores de 5 años y especialmente en menores de 2 años".


En cuanto a los antinutrientes de la leche de soja, el Centro para el Estudio de Nutrición Infantil (CESNI) de Argentina, señala que la sustitución de leche por la llamada “leche” de soja en la alimentación infantil, conducirá a deficiencia de calcio que inhibe el crecimiento y causa malformación de los huesos, y la falta de hierro asimilable puede causar anemia.
  
Los fito-estrógenos de la soja, afectan al desarrollo hormonal y al sistema inmunológico. 
 
 
 
La genisteína y la daidzeína son isoflavonas que contiene la soja y las isoflavonas, junto con otras sustancias, son fitoestrógenos. Las dos isoflavonas mencionadas son bocígenas, o sea, causan hipotiroidismo y las hormonas que produce las tiroides originan el crecimiento de los niños. Además, investigadores de la Universidad de Illinois descubrieron que la genisteína debilita el sistema inmunitario debido a que impide la formación de anticuerpos.


Efectos de las isoflavonas en los animales: Sally Fallon, periodista de investigación y la Dra. Mary G. Enig declaran:

“Se han observado desórdenes en el aparato reproductor, infertilidad, y enfermedades en la tiroides y el hígado debidas a la ingestión de isoflavonas en la dieta de varias animales, incluyendo ratones, guepardos, codornices, cerdos, ratas, esturiones y ovejas.”


Los fitoestrógenos contenidos especialmente en la soja, son disruptores endocrinos.

 Fuente: Suppressive effects of genistein and daidzein on pituitary-thyroid axis in orchidectomized middle-aged rats.

 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20463299


Fuente: Goitrogenic and estrogenic activity of soy isoflavones.

 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/12060828
 


Mientras un trabajo realizado con animales de laboratorio en Estados Unidos y publicado en The Journal Endocrinology and Metabolism mostraba que, a niveles dietéticos, los estrógenos de la soja no estimulaban el crecimiento celular, otros trabajos han sugerido que el consumo de este vegetal en grandes cantidades puede aumentar el riesgo de cáncer de mama, entre otros problemas de salud.
 

Los Fito-estrógenos, que aparentemente pueden hacer el bien en personas adultas enfermas, podría ser muy negativo si lo toman los niños. En los varones podría darse una feminización y en las niñas la aparición de pechos y menstruación precoz. De alguna forma, la soja está presente en muchos alimentos como aditivo en sus múltiples presentaciones. ¡Ingerimos soja por todas partes! En el filete del almuerzo (la ternera come forraje con soja transgénica), en el yogur de la merienda, en el café con leche… ¡No sabemos qué nivel de hormonas femeninas consumimos! y como en todo veneno el daño está en la cantidad. 

 
A la enzima antitripsina se le atribuye que la soja sea anticoagulante y además impide la actividad de la tripsina que es una enzima que interviene en la digestión de las proteínas y en la asimilación de la vitamina B-12, por lo tanto perjudica la digestión de las proteínas y produce deficiencia de esta vitamina. La antitripsina, el ácido fítico y las lectinas disminuyen con el calor y con el germinado y casi desaparecen con la fermentación, por lo tanto la leche de soja y el tofu contienen menor cantidad que los granos crudos de soja y estos antinutrientes apenas los tienen el miso, el tempeh y el tamari, ya que estos derivados de la soja se obtienen por fermentación. En cambio los fitoestrógenos resisten el calor y la fermentación y por lo tanto los contienen tanto la soja como sus derivados.
 

  
En el Tercer Simposio Internacional sobre la Soja, celebrado en noviembre de 1999, el Dr. Lon White presentó una investigación realizada por japonesesamericanos que viven en Hawai que mostró relación entre consumir tofu dos veces por semana con el “envejecimiento acelerado del cerebro”.

Además de lo expuesto, más de la mitad de la soja del mundo es transgénica, lo que introduce graves riesgos adicionales para la salud y el medio ambiente, que incluyen la creación de nuevos patógenos, resistencia a antibióticos y alergias, además de altos niveles de residuos por los herbicida. De los cultivos transgénicos, podemos decir que no se ha demostrado su inocuidad para la salud ni para el  medio ambiente. En España, a pesar de que no está permitido su cultivo, no nos libramos de la soja transgénica, la soja que entra por el puerto de Cataluña, procede en un 43% de Argentina; en un 35%, de Brasil, y en un 23%, de EEUU. Las de Argentina y EEUU son transgénica.
 

El pasado 28 de julio de 2011, la European Food Safety Authority EFSA, máxima autoridad europea en seguridad alimentaria, emite un estudio en el que analiza las diferentes alegaciones que se hacen sobre la soja y las isoflavonas de soja.

El estudio concluye que:
  1. ADN. Se concluye que no existe relación causa efecto entre el consumo de isoflavonas de soja y protección del ADN contra el daño oxidativo.
  2. Colesterol LDL. Se concluye que no existe relación causa efecto entre el consumo de isoflavonas de soja y el mantenimiento de la concentración normal de colesterol LDL.
  3. Síntomas asociados a la Menopausia. Se concluye que no existe relación causa efecto entre el consumo de isoflavonas de soja y reduccción de los síntomas asociados a la menopausia.
  4. Salud Cardiovascular. Se concluye que el efecto es general, no específico y que no se refiere a ninguna alegación de salud específica como se requiere según la normativa (EC) No 1924/2006.



¿Entonces para que sirve la leche de soja? Para nada. 
Sin embargo, sí se han descrito casos asociados a diferentes hechos, como el uso de los pesticidas utilizados en la soja genéticamente modificada o a la propia estructura química de las isoflavonas. 

Algunos de los problemas que puede causar el consumo de leche de soja son:
  1. Alteraciones hormonales y abortos involuntarios, producidos en gran parte por el pesticida ampliamente utilizado en el cultivo de soja.
  2. Infertilidad en mujeres.
  3. Pérdida de líbido y disfunción eréctil en hombres, aumento de pecho o disminución del conteo de espermatozoides, producido por la genisteína y daidzeína.
  4. Altera el equilibrio hormonal por el efecto de las isoflavonas sobre la tiroides y potencia el desarrollo de bocio.
  5. Altera la absorción de minerales esenciales como hierro, calcio, zinc o cobre, por su contenido en antinutrientes que capturan los minerales esenciales e impiden su absorción.
Todos estos efectos son tanto más graves cuanto mayor sea el consumo de alimentos de soja y derivados.
 
 

La publicación en The Journal of the American Medical Association (JAMA) de un estudio que concluía que los estrógenos naturales de la soja no mejoran las funciones cognitivas, ni la densidad de los huesos ni los niveles de colesterol en las mujeres postmenopáusicas. En el trabajo, realizado por la University Medical Center de Utrecht .



La propaganda de la soja dice que los chinos y japoneses tienen menos tipos de determinados cáncer y lo atribuye a que consumen mucha soja, sin embargo dice  The Weston A. Price Foundation en un artículo titulado Mitos y Verdades acerca de la Soja: “El consumo promedio de soja en Japón y China es de 10 gramos (cerca de 2 cucharitas) por día. Los asiáticos consumen alimentos preparados con soya en pequeñas cantidades como condimento, y no como un sustituto por alimentos de origen animal.”


“Ningún otro producto alimenticio básico tiene tantos anti-nutrientes como la soja. Y por otro lado, ningún otro producto alimenticio tiene tantas firmas de relaciones públicas y logísticas trabajando a su favor.”
 

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